El presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, asegura no ver ningún sentido a la implementación de cuotas de diversidad dentro del órgano de gobierno y las califica de «insultantes»
Durante la reciente celebración de la Cumbre de Oficiales de la FIA en Madrid, Ben Sulayem enfatizó que las posiciones de gobierno del organismo deben ser ocupadas basándose en el mérito y la credibilidad, sin considerar factores como el género, el origen étnico o la religión.
Formación y meritocracia como pilares fundamentales
En su intervención, Ben Sulayem subrayó la importancia de la formación y la capacitación para atraer talento a la FIA. «La solución está en la formación; está en traer gente. ¿Se trata de diversidad? No. Hablamos de diversidad y decimos: ‘Lo siento, pero ya sabes, dicen: Traes a este de este país o a esta mujer o algo así’. Eso es un insulto», afirmó.
El presidente continuó recalcando que la inclusión debe basarse en las competencias de los individuos: «No tenemos mujeres porque tengamos que aceptar al 30%; aceptamos a las mujeres por su mérito y credibilidad, porque son buenas».
Contrataciones basadas en la competencia
Ben Sulayem destacó que la FIA contrata a personas de diversos orígenes por su competencia y pasión por el automovilismo y no por cumplir con cuotas de diversidad. «Contratamos a personas no europeas de otros países porque son buenas, están formadas, tienen pasión por competir. No porque, oh, tengo que tener este color, esta religión», explicó.
Para él, priorizar la diversidad por encima de la competencia podría debilitar a la organización: «Entonces no tendréis una buena FIA, una FIA fuerte. Tendrás una débil porque no cumplirás lo que prometes. Para nosotros es un gran reto».
Contexto adicional
Estas declaraciones se producen en un momento en el que la diversidad y la inclusión son temas centrales en organizaciones tanto corporativas como deportivas a nivel mundial. La postura de Ben Sulayem contrasta claramente con las tendencias globales actuales, las cuales buscan promover una representación más equitativa en todos los niveles.
Es importante recordar que, en septiembre de 2024, Ben Sulayem se vio envuelto en una polémica relacionada con el lenguaje de los pilotos de Fórmula 1. También comparó el uso de lenguaje malsonante por parte de los pilotos con el de los raperos, lo que fue interpretado por algunos, incluido Lewis Hamilton, como una «observación con connotaciones raciales». En su momento, Hamilton expresó su descontento, señalando que dichos comentarios eran estereotípicos y sugerían un claro sesgo racial.