Prueba de fuego para Aston Martin en Imola
Aston Martin enfrenta este fin de semana en Imola su primera gran prueba tras cambiar sus procesos técnicos en busca de correlación.

La Fórmula 1 regresa este fin de semana a Imola, un circuito conocido por poner a prueba el desarrollo técnico de los equipos. Para Aston Martin, la cita italiana supone un punto crítico: no solo presentarán mejoras importantes, sino que comprobarán si los cambios estructurales impulsados por Andy Cowell han conseguido sacarles del “caos” de actualizaciones anteriores.
Dos coches, dos enfoques distintos en Imola
Durante los entrenamientos libres del viernes, Aston Martin utilizará dos configuraciones diferentes en sus coches. Uno contará con un nuevo fondo plano y una nueva carrocería, mientras que el otro seguirá con la especificación utilizada hasta ahora en la temporada.
Con estas nuevas piezas, el objetivo es claro: aumentar la carga aerodinámica y mejorar la estabilidad del coche, factores cruciales para poder salir de la zona baja de la tabla y luchar con regularidad por puntos.
Un cambio en la filosofía de desarrollo
Andy Cowell, CEO del grupo y director del equipo, destacó en Miami que Aston Martin ha modificado profundamente sus métodos para desarrollar actualizaciones. En años anteriores, el equipo introducía cambios constantemente y sin una evaluación clara, lo que causaba “caos” interno y resultados inconsistentes en pista.
Ahora, las actualizaciones que llegan a Imola son fruto de un meticuloso proceso que inició en diciembre y culminó en marzo, según apunta el medio The Race. Aunque este paquete no se desarrolló íntegramente en el nuevo túnel de viento inaugurado recientemente en Silverstone, sí se utilizó la nueva instalación para su fase final de evaluación y mapeo aerodinámico.
Cowell enfatizó la importancia de este cambio de enfoque:
“Queremos asegurarnos de que cada experimento que realizamos ofrezca una respuesta clara. No buscamos la perfección, pero sí una confianza sólida en nuestros procesos.”
Correlación túnel de viento-pista, clave del éxito
La llegada del paquete de Imola, según Cowell, podría haberse adelantado, pero Aston Martin priorizó pasar por la fase final de mapeo en su nuevo túnel de viento, para contar con un conjunto más robusto de datos. Este proceso es fundamental para mejorar la correlación entre los datos generados en fábrica y el rendimiento real en pista, un área en la que Aston Martin históricamente ha tenido dificultades.
“Al final del viernes tendremos datos reales de la pista y podremos evaluar cuánto se acercan a las predicciones de fábrica”, explicó Cowell. “Probablemente ningún equipo logre una correlación del 100 %, pero buscamos una precisión mucho mayor.”
El papel de Adrian Newey en el futuro del desarrollo
El proceso que Aston Martin está aplicando ahora será clave también para las futuras temporadas, especialmente de cara a la revolución técnica que llegará en 2026. El famoso ingeniero Adrian Newey, quien se unió en marzo como socio técnico gerente, también supervisa estos cambios metodológicos.
Cowell destacó el enfoque estratégico del equipo:
“Queremos desarrollar piezas rápidamente pero sin prisas que generen errores. Es fundamental para ser competitivos a largo plazo, aunque el presente inmediato esté siendo complicado.”
Imola, punto de inflexión para Aston Martin
Este fin de semana no solo está en juego el rendimiento inmediato del AMR25, sino que Aston Martin validará sus nuevos procesos técnicos y humanos, cruciales para su ambicioso proyecto a largo plazo.
Si el paquete resulta efectivo, será la primera señal sólida de que Aston Martin ha escapado al “caos” anterior y está listo para dar el salto hacia la competitividad constante.