El día que nació la leyenda de Senna bajo la lluvia de Mónaco
Hoy se cumplen 41 años del primer podio de Ayrton Senna en Fórmula 1. En el lluvioso GP de Mónaco de 1984, el brasileño brilló con un Toleman modesto y rozó la victoria antes de una polémica bandera roja que favoreció a Alain Prost.

Hoy se cumplen 41 años del primer podio de Ayrton Senna en la Fórmula 1. En un 3 de junio de 1984 marcado por la lluvia en las calles de Mónaco, el brasileño pudo haber logrado la victoria de no ser por una polémica bandera roja, propiciada por la incomodidad de Alain Prost.
La lluvia se apoderó de las calles del Principado en una carrera para la historia
Lluvias torrenciales se apoderaron del trazado del Principado en una carrera que pasaría a la historia. El sábado no dejo sorpresas, entre los tres primeros clasificados Prost, Mansell y el Ferrari de Arnoux, bastante por detrás partió Senna, que colocó su Toleman en el 13º cajón de la parrilla a más de dos segundos de la pole position.
Nos estamos acostumbrando a que el día que se lleva todos los focos en esta curiosa cita del calendario sea el de la clasificación, en 1984 el plato fuerte fue la carrera. Durante las primeras vueltas varios pilotos acabaron accidentados, lo que dio respiro a los dos contendientes a la victoria. Hay que recordar que en esta época la Formula 1 contaba con tres distribuidores de neumáticos, Goodyear, Michelin y Pirelli; Prost rodando en primera posición con los Michelin y Mansell segundo con los Goodyear. Esto permitió al británico adelantar a Alain en la vuelta 10, aunque poco duró el liderato ya que cinco vueltas después, cuando la distancia ya se había extendido a los 8 segundos, Nigel Mansell perdió el control de su monoplaza teniendo que abandonar el Gran Premio.
Una victoria que debió llevar otro nombre
Con la victoria en el bolsillo Prost amplió la distancia con su perseguidor más cercano a 35 segundos en la vuelta 21, pero entonces algo sucedió que cambiaría el transcurso de la carrera. La lluvia se intensificó y el Toleman de Senna comenzó a volar. Las vueltas rápidas en la 23 y la 24 mostraron que el brasileño era el piloto más rápido que había en pista. Desde la vuelta 22 a la 31 la distancia respecto al líder se redujo de los 35 segundos que tranquilizaban a Prost a algo menos de 7 segundos y medio, increíble.
La lluvia no fue el único factor que lastro el ritmo del McLaren de Alain, un leve fallo en el motor y un problema de frenos propiciaron una caída en sus tiempos estrepitosa, y aquí se desató la polémica. Prost comenzó a agitar sus brazos de manera notoria fuera del cockpit, mostrando su intención de que la carrera se detuviese por las nefastas condiciones de la pista. El director de carrera que tomó la decisión, cumpliendo con el deseo del líder, fue Jacky Icks que se caracterizaba por no ceder ante estas situaciones meteorológicas, aunque en este caso fue diferente.

La bandera roja le costó el mundial a Prost
La carrera terminó en la vuelta 31. Prost consiguió la 12ª victoria de su carrera deportiva, Senna logró el primer podio tanto para Toleman como para él mismo, y Arnoux se hizo con el bronce. Le concedieron la tercera posición a Arnoux tras descalificar a Tyrrell del campeonato, ya que Bellof fue quien cruzó la línea de meta en tercera posición en un primer momento. No debemos pasar por alto la actuación de Bellof en este Gran Premio. Partiendo desde la última posición, consiguió el podio en pista. El alemán recortaba distancia con Senna justo cuando mostraron la bandera roja, convirtiéndose en una promesa de la Fórmula 1. Una promesa que no llegó a cumplir, ya que falleció un año después en un fatídico accidente de sportscars en Spa.
Recordaremos el 3 de junio de 1984 como el nacimiento de una estrella y la consolidación de una promesa que más tarde se convertiría en tricampeón del mundo. Ayrton Senna firmó una presentación sensacional ante el escaparate global, llevando un coche limitado en prestaciones hasta el podio en el mejor escenario posible, donde años después muchos lo considerarían el mejor piloto que ha conducido en las calles del Principado. Además, Prost también recordará esta fecha como el día en que perdió el mundial de 1984. Si la carrera hubiera terminado por completo y él hubiera acabado en segunda posición, le habrían otorgado la totalidad de puntos, y habría sumado un título de campeón del mundo más a su amplia colección.