Álex Palou conquista la gloria eterna al ganar las 500 Millas de Indianápolis


Álex Palou hace historia al ganar las 500 Millas de Indianápolis 2025, convirtiéndose en el primer piloto español en lograrlo. Una victoria épica que consolida su leyenda en la IndyCar.

Álex Palou conquista la gloria eterna al ganar las 500 Millas de Indianápolis

Un hito para el automovilismo español y un paso más hacia la leyenda

El nombre de Álex Palou ya figura entre los grandes del automovilismo. El piloto barcelonés ha logrado este domingo algo que ningún español había conseguido en más de un siglo de historia: ganar las legendarias 500 Millas de Indianápolis. Con esta victoria, el catalán no solo inscribe su nombre en uno de los trofeos más prestigiosos del deporte del motor, el Borg-Warner, sino que también consolida su estatus como una de las figuras más importantes del automovilismo mundial.

La edición de 2025 de la Indy 500 no fue una carrera más. Fue un campo de batalla marcado por accidentes, paradas caóticas y estrategias al límite. Pero entre tanto caos, Palou supo mantenerse firme, calculador y letal. Después de cinco victorias en seis carreras esta temporada, incluida la más valiosa de todas, el piloto de Chip Ganassi Racing se perfila como claro favorito para conquistar su cuarto título en la IndyCar, el tercero de forma consecutiva.

Una carrera de supervivencia y maestría

Desde el inicio, la prueba fue un auténtico desafío. La salida se retrasó por una ligera lluvia y antes de completarse una sola vuelta, Scott McLaughlin ya había chocado contra el muro. Las banderas amarillas fueron protagonistas en una primera mitad marcada por el caos, con incidentes que incluyeron un incendio en el box de Álex Rossi y un aparatoso accidente de VeeKay en el pit lane.

Palou también tuvo que lidiar con momentos de alta tensión. En su primera parada, una maniobra al límite para evitar una colisión con Rosenqvist casi echa por tierra sus opciones. Más adelante, una estrategia ajustadísima de ahorro de combustible fue clave para mantenerse en la lucha con rivales como Marcus Ericsson y David Malukas, que parecían tener la ventaja en las últimas vueltas.

Pero el español jugó sus cartas a la perfección. Aprovechó el rebufo de dos doblados para reducir consumo, ejecutó su ataque con sangre fría y, cuando una bandera amarilla apareció a una vuelta del final, el triunfo ya era suyo.

El día que España tocó el cielo en Indianápolis

Han pasado más de 100 años desde la primera edición de esta mítica carrera, y en todo ese tiempo ningún piloto español había logrado lo que Palou consiguió hoy. Esta victoria no solo completa su palmarés, sino que eleva su figura a la categoría de mito en el automovilismo estadounidense.

Desde hoy, Álex Palou no es solo campeón: es historia viva del deporte. Una referencia para futuras generaciones y un motivo de orgullo para todos los aficionados al motor en España. En Indianápolis, donde las leyendas son eternas, ya hay un hueco reservado con su nombre.

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