Hadjar admite no estar listo para Red Bull: "Pero lo aceptaría, soy un luchador"
Isack Hadjar ha repasado sus orígenes, su camino poco convencional hacia la Fórmula 1 y admitido no estar listo para Red Bull

En un entorno tan exigente como la Fórmula 1, pocos debutantes han llamado tanto la atención como Isack Hadjar. Con solo 19 años, el piloto francés ha logrado llegar a lo más alto del automovilismo, y lo ha hecho a su manera: con pasión, determinación y una mentalidad analítica: “Soy un luchador”.
Un comienzo poco convencional
Hadjar no proviene de una familia tradicional de carreras. Su padre, físico cuántico, y su madre, sin vínculos con el automovilismo, lo apoyaron desde el primer momento, incluso cuando parecía un sueño inalcanzable. “Era imposible que yo llegara a la F1”, confiesa. Pero su madre fue la figura clave en su carrera: encontró los medios financieros, organizó su calendario y lo empujó a seguir adelante cuando las puertas parecían cerradas.
Antes de los monoplazas, Hadjar practicó judo desde los 4 años. Ese arte marcial no solo forjó su fortaleza física, sino también su mentalidad competitiva. Hoy, el boxeo es parte de su entrenamiento, no solo por su valor físico, sino como vía para canalizar la frustración. “Es bueno tener algo a lo que golpear”, comenta con humor.
El salto a la Fórmula 1
El paso de la F2 a la F1 fue brutal. “Pensé que era demasiado difícil… incluso la tercera vez que me subí al coche.” Sin embargo, el test de rookies en Abu Dhabi marcó un antes y un después. “Ese día hice un gran progreso. Me di cuenta de que sí podía.” También descubrió que el simulador no prepara para las sensaciones físicas extremas del coche real: las fuerzas G, la velocidad, el nivel de exigencia.
Su debut en F1 no fue fácil. El accidente en la vuelta de formación en Melbourne lo golpeó emocionalmente. “Sentí que el mundo se caía encima”, dice. Pero no era la primera vez que enfrentaba la adversidad. Desde el karting, Hadjar ha lidiado con dudas, presión y derrotas. La clave, según él, es seguir peleando. “Después de Melbourne, solo pensaba en volver a subirme al coche en China.”
¿Listo para Red Bull?
Como piloto del programa junior de Red Bull, el destino parece claro: llegar al equipo principal. ¿Está preparado? “No, pero lo aceptaría. Soy un luchador. Lo que me motiva es competir contra los mejores, como Max. Aprendería mucho.” Su madurez es evidente: no teme a los errores, confía en su desarrollo y sabe que cada paso le acerca más a su objetivo.
Para Hadjar, el mayor desafío no es solo físico o técnico, sino mental. Trabaja con un coach desde su segunda temporada en F2. Al principio, era escéptico, pero hoy lo considera clave. “Quiero ser el maestro de mi mente. La clasificación es el momento más exigente: perder la concentración un segundo y lo pierdes todo.”
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