Sainz pierde confianza en Williams a raíz del incidente con Albon

El inicio de temporada de Carlos Sainz está siendo algo más agridulce de lo esperado. A pesar de ello las últimas actuaciones del madrileño, sobre todo en clasificación, recuerdan al piloto ganador de carreras que hemos visto a lo largo de los últimos años. El Gran Premio de Miami sumó un nuevo factor a la ecuación que no le ha gustado nada al español, el desentendimiento con su equipo. Muchas han sido las muestras de cariño del equipo dirigido por James Volwes hacia su fichaje estrella durante estas seis primeras carreras del año, pero en Estados Unidos algo cambió.

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Tras un comienzo de sábado complicado para Sainz en la sprint, el Smooth Operator maravilló a todos con una vuelta en clasificación que le sirvió para ser sexto, por delante de su compañero, a tres décimas de la pole. Para entender el por qué del malestar de Carlos hay que recordar la gran labor de equipo que realizó en Yeda, redujendo el ritmo para dar DRS a Albon y que este no corriera peligro de perder la posición con Hadjar. Una vez presentado el antecedente continuamos con la historia. En Miami la salida de Sainz se vio alterada debido a una excursión de Norris fuera de la pista que desembocó en un contacto con Alex Albon, quien además consiguió adelantar al número 55.

El Williams del español presentaba daños que influyeron en su rendimiento, como comentó en el postcarrera, pero tras 5 vueltas readelantó a su compañero para devolverles a las posiciones de la parrilla de salida. Con el madrileño pisándole los talones a Russell, su neumático, que a diferencia de los demás pilotos, era una rueda usada comenzó a caer. Al llegar a la vuelta número 13 comenzó la polémica.

La comunicación en los muros fue el problema

Carlos es notificado por radio de una instrucción la cual no puede realizar sin la ayuda de su compañero para gestionar sus gomas. La respuesta del ingeniero es clara: “Alex ha sido informado. Piensa en gestionar en la curva 4“. El fallo de comunicación fue evidente ya que el tailandés en ningún momento recibió esa instrucción. Después de varias vueltas siendo Albon el que dijera a su equipo que necesitaba que Sainz incrementara el ritmo, se le comunicó la intención de dejar margen con el coche de delante. Para cuando eso pasó, Albon se encontraba en paralelo con el español en disposición de lanzarle un adelantamiento agresivo el cual culminó a la perfección ante la sorpresa de Carlos. En el momento del sobrepaso el ingeniero de Alex le confirmó que sí podía llevar a cabo el mismo, y así sucedió.

La carrera finalmente colocó a Albon en quinta posición y a Carlos noveno, al verse perjudicado por un virtual safety car que le privó de ganar a los Ferrari. La frustración del madrileño al cruzar la línea de meta era evidente. Lejos de saber la intrahistoria del incidente, en el que los ingenieros pecaron de una falta de comunicación clamorosa, Sainz estalló por la radio. “Esta no es mi manera de correr, chicos, no me importa. He perdido mucha confianza aquí… en todo“, declaró el piloto de Williams.

Fue el propio James Volwes el que tuvo que calmarle, “Carlos, no tiene sentido discutir esto ahora, pero estoy de acuerdo contigo. Necesitamos un compromiso adecuado por su parte (Alex)“. Sin desmeritar la carrera realizada teniendo en cuenta la pérdida de rendimiento de su monoplaza tras el toque con Albon y la situación de sus neumáticos: “Bien hecho cogiendo puntos. Tenías daños en el coche pero bien hecho“.

Williams no puede cometer estos fallos

Carlos Sainz está alcanzando su nivel de nuevo, a una vuelta prácticamente recuperado y en carrera con margen de mejora, pero esto ha sido un mazazo. Los fantasmas del pasado en los que Ferrari priorizó constantemente a Leclerc se han repetido en Miami, pero esta vez en Williams y con Albon. Uno de los motivos del madrileño para sumarse al proyecto dirigido por James Volwes era asumir un rol de líder, el cual de momento se aprecia, pero a veces. Tener dos gallos en el mismo corral es difícil, y es por ello que no se puede cometer este tipo de errores en la comunicación con los pilotos.