Desentrañando el misterio de los neumáticos en Imola
Aston Martin acertó con los neumáticos medios en la clasificación de Imola, superando al blando C6 y colocando a Alonso en la quinta posición

El Gran Premio de Emilia-Romaña ha dejado una de las sesiones de clasificación más impredecibles de los últimos años. Con el debut del neumático C6 de Pirelli como la opción más blanda del fin de semana, todos los equipos se habían preparado para afrontar la Q2 y Q3 con él. Sin embargo, el sábado por la mañana emergió una sorpresa: el compuesto medio funcionaba mejor. Solo Aston Martin supo anticiparse, apostando por esta goma para la clasificación, y el resultado fue claro: Fernando Alonso partirá quinto y Lance Stroll lo hará desde la octava posición.
Aston Martin apuesta por el medio y sorprende a todos
Tal y como recoge The Race, Aston Martin decidió el viernes por la noche que el neumático medio ofrecía mejores garantías para una vuelta rápida. Fue una decisión contracorriente en un paddock que, en ese momento, veía al C6 como entre tres y cinco décimas más rápido en simulación de clasificación. El cambio de condiciones del sábado, sin lluvia ni alteraciones evidentes, desconcertó a equipos y pilotos.
La clave fue el análisis adelantado del comportamiento de los neumáticos en condiciones reales. El jefe del equipo Aston Martin, Andy Cowell, explicó que fue su ingeniero y gurú de los neumáticos, Jan Matsuzaki, quien les advirtió del potencial del medio:
“Jan priorizó los tres neumáticos en términos de rendimiento y eso nos dio la dirección correcta para la Q3”, señaló Cowell. “Mike Krack lo gestionó de maravilla. Fue muy claro tras la FP3: ‘Tenemos que tomar todas las decisiones ahora sobre lo que haremos en clasificación, porque en el calor del momento todo se convierte en caos y confusión en el muro de boxes’”.
El C6, blando pero inestable
Mientras Aston Martin consolidaba su estrategia, otros equipos como Ferrari, McLaren o Williams se veían sorprendidos por el rendimiento inconsistente del C6. Aunque el viernes ofrecía más grip, el sábado la historia fue muy distinta. Los pilotos comenzaron a notar un desequilibrio inesperado, sobre todo por subviraje en curvas rápidas, algo que ni siquiera Pirelli pudo explicar del todo.
“No está claro por qué se quejaban de este subviraje adicional en comparación con ayer”, declaró Mario Isola, director de deportes de motor de Pirelli. “No hubo lluvia ni condiciones raras, pero la pista era más lenta y todos comentamos que había más subviraje. Ayer el límite era la parte trasera; hoy, la delantera”.
Andrea Stella, director de McLaren, también subrayó el efecto negativo del C6:
“El equilibrio se desequilibró un poco al usar el C6. La mejor vuelta del sábado la hicieron con medios. No somos los únicos que sufrimos este tipo de problema”, declaró.
El compuesto blando, diseñado para circuitos urbanos como Mónaco, no se adaptó bien a las fuertes exigencias laterales de un trazado como Imola, donde las fuerzas G pueden superar los 5G. En lugar de ofrecer confianza, generó movimiento lateral y minó la seguridad de los pilotos.
Datos que revelan el engaño del blando
La diferencia en sensaciones entre el medio y el C6 también se ve reflejada en los tiempos. George Russell, que probó ambos compuestos en Q3, logró tiempos muy similares entre sectores:
Neumático | S1 | S2 | S3 |
---|---|---|---|
C6 nuevo | 23.674s | 26.046s | 25.319s |
Medio nuevo | 23.791s | 25.815s | 25.201s |
Como se observa, el medio fue más rápido en los dos últimos sectores y apenas más lento en el primero, a pesar de ser teóricamente inferior. Eso confirma que no hubo sobrecalentamiento en el C6, sino falta de estabilidad, especialmente en curvas rápidas.
Oscar Piastri, autor de la pole, fue directo: “Cuando empiezas a forzar más, los neumáticos acaban por rendirse. El C5 se sentía mejor que el C6. Explotamos aún más su debilidad”.
Una apuesta arriesgada que comprometía la carrera
La decisión de usar el medio tenía un coste: los pilotos que lo montaran en clasificación lo harían también en la salida del domingo con un juego ya usado. Muchos equipos, como Ferrari o Williams, decidieron no arriesgar por esa razón. Pero Aston Martin, de nuevo, fue valiente.
Carlos Sainz, que lideró la Q2 pero terminó sexto, lo explicó así: “Sabíamos que el medio era una o dos décimas más rápido, pero decidimos mantener la disciplina y guardar el juego nuevo para mañana. Veremos si la decisión fue acertada”.
Para Aston Martin, en cambio, el objetivo era claro: maximizar el sábado y validar el trabajo en el nuevo túnel de viento. Los resultados les dieron la razón, con ambos coches dentro del Top 8.
Una victoria estratégica que puede marcar el rumbo
El éxito en Imola no solo es un bálsamo tras un inicio de temporada difícil para Aston Martin, sino también una señal clara de madurez organizativa. El equipo ha dejado atrás el caos de 2023 y comienza a demostrar que puede tomar decisiones valientes y acertadas bajo presión.
Esta victoria táctica no garantiza puntos el domingo, pero sí refuerza la confianza interna y demuestra que el trabajo metodológico en fábrica empieza a traducirse en resultados en pista.